Escuela Normal Superior de Bucaramanga

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cigarrillo

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En el mundo actual se ve mucha juventud fumando ,ya nisiquiera los adultos se estan preocupando por el futuro de colombia

El dinero para los jovenes: trae libertad, pero tambien problemas.

Según su personalidad, hay chicos que gastan de inmediato todo lo que reciben. Otros son capaces de ahorrar para proyectos a mediano plazo. Y también existen los hipergasoleros que sienten culpa si piden.
Dura tarea la del adolescente: es un pasajero "en tránsito" que recibe amor y dinero entre las seguras paredes de su casa y debe dar el salto para proporcionarse uno y otro en la calle y por su cuenta. El deseo de independizarse está, dicen los especialistas. Pero también observan que si se pone al dinero bajo la lupa —nuestro objeto de interés— ellos lo imaginan tanto una promesa de libertad como de alienación. Son las huellas que les dejan sus experiencias privadas y sociales mientras aprenden a librar sus primeras escaramuzas en el manejo del dinero.Este panorama, aunque sea obvio aclararlo, incluye a aquellos chicos y chicas a quienes sus familias pueden sostener como auténticos adolescentes y no a quienes en esta etapa ya están enfrentados a las responsabilidades de los adultos. En términos de la Argentina de hoy, aquel universo de "privilegiados sociales", que tienen entre 13 y 20 y pico (los especialistas no se ponen de acuerdo en dónde hacer el corte), "vincula muy estrechamente el dinero a la libertad", define Ricardo Rodulfo, doctor en Psicología, psicoanalista y titular de la cátedra "Clínica de Niños y Adolescentes", de la Universidad de Buenos Aires (UBA).En esta primera relación con el dinero, agrega, se ponen de manifiesto modalidades personales: "Está el adolescente totalmente pasivo, que pide dinero y no imagina otra posibilidad para sí mismo y lo consume en cuanto lo recibe; está el que es capaz de ahorrar para cierto proyecto más mediato, como comprarse un equipo de música o irse de vacaciones con los amigos en carpa o el que se culpa por pedirle dinero a los padres y trata de hacerlo lo menos posible". Todas conductas encuadradas dentro de un rango de normalidad.Los extremos tienen, para Rodulfo, un impulso exploratorio. Al "hipergasolero", por ejemplo, le gusta ver que puede vivir casi sin dinero y lo siente como un triunfo sobre la omnipresente sociedad de consumo. "En general —explica—, el adolescente que tiende más a la independencia es el que se mide más con el dinero. Le da más poder saber que pide poco a la vez que sus padres se lo pueden echar menos en cara. También es una forma de madurar". Según un estudio que realizó en 2003 la consultora Markwald, La Madrid & Asociados sobre 600 jóvenes de Capital y Gran Buenos Aires, entre los 14 y los 24 años, en el 60% de los casos el dinero que usaron para sus gastos personales provino de sus padres, porcentaje que subió al 90% entre los chicos de 14 a 17.Para el psicólogo Mario Waserman —titular de "Psicopatología del Adolescente" en la carrera de Posgrado "Niñez y Adolescencia" de la UBA— el vínculo con este dinero tiene una doble vertiente: por un lado está "la cuenta de los padres", el patrimonio familiar que cubre sus necesidades y, por otro, la "cuenta propia", en general producto del ahorro de cumpleaños, vueltos y otros varios y, muy pocas veces, del trabajo.La relación con una y otra es diferente. Con "la cuenta de los padres" se dan todas las modalidades que enunció Rodulfo. Con el "dinero propio", explica Waserman, aparece una especie de control milimétrico de los gastos, especialmente con sus pares. Son capaces de caminar 40 cuadras para hacer una diferencia de centavos en una fotocopia y de armar un escándalo si un amigo pone de menos para una cerveza. "En realidad —agrega— el adolescente no tiene un valor realista del dinero. Recién lo va a tener al final de la adolescencia, cuando con su propio trabajo se dé cuenta de todo el dinero que necesita para acceder a algo y ,también, de que una diferencia de centavos no es nada".Para los especialistas, el terreno donde los adolescentes suelen ser muy conformistas es su grupo de pertenencia. Si el grupo le da mucha importancia a las marcas y a los emblemas caros, van a tender a adaptarse a eso. Si, en cambio, es un grupo que asume vivir con el menor dinero posible se va sentir presionado a hacer lo mismo aunque no lo comparta del todo. "El tema de cómo manejan el dinero sus pares —explica Rodulfo— es tan importante para ellos como el manejo que tienen en su familia". La familia —la poderosa influencia madre— está en la mira del ojo crítico del adolescente. Y la relación con el dinero es el lugar donde las contradicciones, si las hay, se ven mejor. ¿O no va a tomar nota, por ejemplo, de que mientras sus padres tienen un discurso progresista, le pagan mal a sus empleados? "El adolescente, en general, no perdona estas contradicciones porque lo angustian. Son una amenaza de convertirse en lo mismo aunque se proponga ser muy distinto", interpreta el psicoanalista.¿Y qué pasa si percibe que sus padres son incapaces de usar el dinero para ser más felices pese a que se desviven por ganar lo máximo posible? Para Rodulfo este es un punto "muy central" en la adolescencia porque los chicos se dan cuenta "de cierta trampa posible que los espera al tener que salir a trabajar. Por un lado, se lo imaginan como una promesa de libertad y autonomía pero, en los hechos, muchas veces termina siendo servidumbre y alienación. Esto hace que le puedan tener miedo a ese momento, porque ganarse la vida puede convertirse en 'perderla'".Ni hablar de los chantajes mutuos ("No te doy si no rendís bien" y "Si no me das dejo la escuela") que suelen alcanzar picos cuando los padres están separados. Ni del "narcisismo paterno", como lo llama Waserman, cuando los padres muestran a través de sus hijos su propia potencia o impotencia económica. "Como en nuestra cultura hay una equivalencia imaginaria entre ser y tener, si le dan a la nena la fiesta de 15 cara, le dan el gusto al tiempo que exhiben su éxito. En el caso contrario, no sólo están privando al chico sino que demuestran su fracaso. Por eso muchas veces los padres hacen sacrificios desmedidos".

lunes, 10 de noviembre de 2008

LoS JoVeNeS pReFiErEn TrAbAjOs QuE RePoRtEn dInErO y ExItO

oPiNiOn SoBrE lOs JoVeNeS


Los jóvenes entienden que la planificación financiera es una necesidad pero no tienen suficiente tiempo para emprender la tarea. La razón más común que se proporciona para no invertir más tiempo en la planificación financiera son las responsabilidades de la casa, el trabajo o la familia.Demasiado complicado. Los jóvenes sienten que las disciplinas de ahorrar e invertir tales como la preparación de presupuestos son complicadas. Sin embargo, reconocen el valor de algunas disciplinas financieras firmales como la de crear y apegarse a un presupuesto.

Lo QuE QuIeReN lOs JoVeNeS

Hacerlo fácil. Y automático. La mayoría de la gente joven aprecia el valor de los programas de ahorro automáticos. Para ellos, dinero automáticamente retirado de sus cheques de pago en forma regular es preferible a depender de su propia motivación. "Si no Io veo, no lo gastaré." La mayoría de los jóvenes están de acuerdo en que los programas automáticos de ahorro incrementan enormemente la probabilidad que ellos ahorren e inviertan. Pero los "ahorros forzados", sin embargo, no necesariamente ayudan para determinar en qué ese dinero debe ser ahorrado o invertido.Tolerancia al riesgo. Los inversionistas jóvenes se ven a sí mismos como agresivos y dispuestos a asumir altos riesgos para obtener altos retornos.Retorno Inmediato. Los inversionistas jóvenes gustan de la inmediatez. Tanto si hacen una compra como una inversión, quieren ver los resultados. No les gusta privarse de su dinero por largos períodos de tiempo, lo que para ellos significa una año o más,Las acciones son "sexy". Pese a que existe un mayor riesgo en el mercado de acciones, la gente joven percibe que puede tener alguna influencia en el resultado de la inversión en acciones, lo cual les atrae.Financiando la jubilación. La jubilación es una meta real para estas personas jóvenes, para quienes la edad de 65 se encuentra al menos a 31 años en el futuro. No anticipan que el Seguro Social vaya a ser un componente importante en su ingreso durante el retiro. "Va a ayudar, pero no se podrá vivir solo de él".